Pues bien, las carillas dentales son unas láminas muy finas de composite
(entre otros materiales), cuya tonalidad variará en función del resultado que busquemos.
Una vez escogido el tono, estas láminas de composite se moldean, se trabajan y se adhieren
a la parte frontal del diente para después ser pulidas. Es decir, es un trabajo totalmente individualizado
y que se ajusta a las necesidades de cada paciente.
Su principal función es modificar
y mejorar
algunos defectos
como manchas, piezas de distintos tamaños
o rotados, sin necesidad de recurrir a otros tratamientos de mayor prolongación en el tiempo.
Es importante tener en cuenta que este tratamiento debe ir acompañado de una serie de cuidados enfocados a conservar las carillas el mayor tiempo posible. Porque no olvidemos que se trata de una lámina que se adhiere a nuestra cara vestibular.
Para prolongar su duración y mantener su aspecto estético como el primer día, es importante tener en cuenta estos consejos:
Cepíllate después de cada comida
Un buen hábito de higiene bucodental es clave, pero tu técnica de cepillado debe ser en forma de barrido. Los movimientos circulares podrían dañar el sellado de las carillas.
Evita alimentos y bebidas que puedan teñir las carillas
Para mantener el color deseado debes vigilar la alimentación. El café, el té, el vino tinto o los frutos rojos pueden provocar que la tonalidad se vea modificada.
Ten cuidado con los alimentos duros y pegajosos
El turrón, los frutos secos o el pan duro pueden convertirse en los peores enemigos de tus carillas dentales, provocando su rotura.
Trata de no apretar los dientes
En ocasiones liberamos nuestra tensión a través de los dientes, apretándolos de manera involuntaria. Si reconoces este signo o sufres bruxismo, haz uso de una férula de descarga. Te ayudará a repartir esa presión y tensión sin que se vean afectadas tus carillas.
No fumes (o fuma menos)
Las carillas y el tabaco no se llevan bien. Fumar no solo tiñe los dientes naturales, sino que también mancha las carillas. Si no consigues dejar este hábito, tus dientes (y tu salud en general) agradecerán que al menos reduzcas el consumo.
No faltes a tu visita con el dentista
Te aconsejamos que un profesional revise el estado de tus carillas al menos una vez cada 6 meses. En estas revisiones periódicas nos aseguramos de que el estado bucodental sea el óptimo y comprobamos si las carillas necesitan algún pulido o retoque.
Si buscas consejo de un profesional
en relación a tu boca, no dudes en pedirnos ayuda. Ven a vernos y analizaremos tu caso sin compromiso.
Recuerda que la primera visita no tendría ningún coste e incluye:
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Exploración bucodental
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Estudio radiográfico
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Diagnóstico
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Plan de tratamiento
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Presupuesto
¡Te esperamos!